El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, el director adjunto de Conservación, Gabriele Finaldi, y el jefe del departamento de Pintura Italiana, Miguel Falomir, explicaron algunos de los detalles de la investigación de los últimos dos años en torno a este cuadro, que había estado expuesto en el museo y era conocido por el público como "La Mona Lisa del Prado".
Las investigaciones revelan que se trata de una copia más importante de lo que se pensaba, que nos "invita a mirar con ojos distintos" la obra del genio italiano, ya que se realizó de forma paralela al original, previsiblemente por alguno de los dos alumnos más cercanos a Leonardo (Andrea Salai ó Francesco Melzi), aunque se descarta la intervención directa del humanista italiano.
La "Mona Lisa del Prado" tiene algunas diferencias con el cuadro original, es mucho más precisa y se pueden advertir algunos detalles como la cenefa del escote del vestido y sus pliegues. Además, este retrato tiene cejas y el original, no.
Los restauradores descubrieron que dicho fondo negro se añadió más de dos siglos después, y al estar la copia en mejor estado de conservación, arroja luz sobre el enigmático cuadro de Lisa Gherardini y su icónica sonrisa.