La mayoría del personal Seal son antiguos miembros de la Unidad de Demolición de la Armada, pero una vez destinados al equipo Seal su instrucción en guerra no convencional se amplia considerablemente.
“El dolor es temporal. El orgullo dura toda la vida”. Esta es la frase más suave que escuchan los candidatos a ser un Seal durante su período de entrenamiento.
Quieren entrar en el cuerpo de operaciones especiales más duro del mundo, el mejor preparado, según dicen, para la lucha contra las guerrillas y los grupos terroristas, y para conseguirlo su entrenamiento militar es muy exigente.