El reloj tendrá 60 metros de altura y costará 42 millones de dólares. Bezos no es un debutante en ideas excéntricas y ambiciosas, entre ellas la creación de un air bag para teléfonos celulares que se detecta cuando el aparato cae y despliega un sistema de protección.
Sin embargo, el número uno de Amazon no es un genio desorientado, sino un mecenas con mucho dinero y con una mentalidad visionaria, que apunta a transformar en realidad lo que parecen sólo sueños alocados de otras personas.
En este caso, el proyecto es de Danny Hillis, inventor futurista que ya en 1994 había patentado la idea de un reloj milenario.
“Es un símbolo de reflexión a largo plazo, y también de responsabilidad a largo plazo”, explicó Bezos a la prensa. “Los seres humanos -agregó- nos volvimos tan tecnológicos que en cierto sentido somos peligrosos para nosotros mismos. Y por eso será cada vez más importante tener una visión del futuro a largo plazo”.
Cuando el reloj esté terminado tocará una elaborada secuencia al estilo de un cucú para el cumplimiento de cada año, década, centuria, milenio y diez milenios. Por ahora se construye dentro de una montaña, en Texas.