Esta "batalla" se celebra cada 29 de junio para conmemorar una hazaña local del Medievo y congrega a miles de personas.
Este año, las autoridades locales reconocieron que sus expectativas fueron superadas por una gran afluencia de participantes, entre 6.000 y 8.000, muchos procedentes de países lejanos, como Australia, Japón y Holanda, entre otros.
Las redes sociales han favorecido que esta fiesta sea todavía más conocida, según los organizadores de los festejos, que se suman a otras similares, como la "tomatina", que organiza en agosto la localidad de Buñol, en Valencia (este mediterráneo), a la que acuden miles de personas de todo el mundo para participar en la batalla de tomates.