Friday, May 11, 2012

Crean una pistola para acallar a los charlatanes

El castigo infinito que imponen los incontinentes verbales a su entorno podrá finalmente ser acallado gracias a un invento de dos investigadores japoneses, que concibieron un aparato para reducir a silencio a los charlatanes.

La idea parte de un principio sencillo: los psicólogos saben desde hace añares que es casi imposible hablar cuando las palabras se oyen con un retraso de una fracción de segundo.

De este modo Kazutaka Kurihara, del Instituto Nacional de Ciencias y Técnicas de Tsukuba, y Koji Tsukada, de la Universidad de Ochanomizu, crearon un pequeño dispositivo con micrófono y altoparlante, que graba y retransmite la voz del charlatán con un retraso de 0,2 segundos.

Esto desencadena el efecto que los psicólogos llaman Delayed Auditory Feedback (DAF), capaz de interrumpir el discurso (como cuando se oye la voz con demora en Skype y programas de videoconferencia).

Lo más interesante es que el dispositivo es direccional y puede ser apuntado sobre el interesado desde lejos, hasta 30 metros de distancia.

“El sistema puede impedir a la gente que hable sin provocar molestia física”, aseguraron Kurihara y Tsukada después de las primeras pruebas.

Al mismo tiempo, los tests iniciales revelaron que la pistola es más eficaz cuando el retraso varía en el tiempo, y cuando se trata de una lectura en voz alta en lugar de un monólogo espontáneo. Lo que no logra, lamentablemente, es ejercer efecto sobre los sonidos sin sentido, como “aaaaargh”.

Sin duda, será de utilidad para las bibliotecas y para “facilitar el debate” durante las reuniones. “Hay gente -observaron los investigadores- que alarga sus turnos o interrumpen deliberadamente a otros cuando es su hora de hablar, más para establecer su presencia que para conseguir una discusión más fructífera”.

Según los científicos, estos individuos son el blanco ideal de la “pistola silenciadora”, aunque hay quienes temen que un dispositivo semejante sea utilizado en estados totalitarios para acallar opositores o silenciar a la audiencia durante un show de TV.