La edificación –que es construida debajo de las praderas de Kansas en el eje de un misil abandonado– podrá soportar todo . El desarrollador del proyecto Larry Hall, comentó a “Daily Mail”, que las preocupaciones más grandes de la población con respecto al fin del mundo van desde “erupciones solares, colapsos económicos, pandemias, ataques terroristas y la escasez de alimentos”.
Cuatro compradores desembolsaron alrededor de 7 millones de dólares, cada uno, para unirse al proyecto y contar con un lugar de lujo, mientras llegue el final.
El edificio contará con diversas comodidades como una piscina, una sala de cine, una biblioteca, centros médicos y una escuela. La infraestructura funcionará con energía obtenida con molinos de viento y otros sistemas autónomos.