Para gran parte de las familias filipinas el rito de la circuncisión marca el primer paso hacia la hombría de los niños y son raros los casos de varones que no se someten a esta intervención.
En el recinto, decenas de médicos, enfermeros, niños y padres se agolpaban en torno a la veintena de mesas en las que se practicaban las circuncisiones. /EFE