Wednesday, February 16, 2011

Cientos de bolivianos buscan trabajo en el Carnaval de Río

Búsqueda: En este éxodo hay familias que probarán otros trabajos para quedarse en ese país.

A las 08.00, la fila de personas que busca un certificado internacional contra la fiebre amarilla casi rodea el Centro Epidemiológico del Sedes La Paz (ex Centro Piloto) de la avenida Perú. Las filas llegan, incluso, a las primeras cuadras de la avenida Vásquez del barrio de Pura Pura. La mayoría de las cerca de 300 personas que buscan el documento espera emigrar a Brasil, donde realizarán trabajos de costura para el Carnaval de Río.

“Me han dicho que hay trabajo de costura, yo voy a ir a hacer ropa para Carnaval. Como aquí no hay trabajo y no se gana mucho”, dice Inés, de 45 años, mientras espera en la fila para recabar el certificado internacional. La mujer confía en sus habilidades, aunque asegura que no sabe coser a la perfección, pero requiere el dinero para que sus hijos culminen sus estudios secundarios.

Sin embargo, hay quienes tienen la perspectiva de quedarse. Por ello es que también se llevan a su familia.

Después de adquirir su certificado, Grover, de 24 años, explica que partirá hoy por la tarde junto con su esposa e hijo, de un año. “Nosotros estamos yendo a trabajar donde mi cuñado, que tiene su taller y vamos a ayudarle para que tenga más personal en estas fiestas de Carnaval, nos han dicho que ganas bien y que te pagan por prenda”.

“La demanda de estos certificados se triplicó”, dijo a La Prensa la directora del Centro Epidemiológico, Meylin Vega, que informó que de entre 30 y 50 solicitudes diarias que se recibían hasta diciembre, ahora se atienden entre 200 y 300.

Vega dijo que, de acuerdo con el registro que llevan en este Centro sobre el destino de los viajeros, el principal punto es Brasil. Además, se verificó que en algunos casos son familias enteras las que parten hacia ese país, aunque sólo por la temporada previa al Carnaval.

Los juzgados de la Niñez y Adolescencia también incrementaron la recepción de solicitudes de permisos para la salida del país de menores, con el mismo destino.

La Directora recordó que un requisito indispensable para el viaje de niños y adolescentes es la autorización que se obtiene en los juzgados del Menor, además de la fotocopia del certificado de nacimiento del hijo y del carnet de identidad de los padres.

Vega confirmó que el incremento de viajeros se registró desde principio de enero.

En un sondeo realizado por esa Dirección, los solicitantes informaron que el propósito de su viaje era el trabajo temporal en la confección de prendas de vestir para la festividad que se desarrollará en marzo.

En el Centro Epidemiológico tropezaron con la falta de tarjetas en enero, debido a la reducida cantidad que les suministraba el Ministerio de Salud. Ahora, ese despacho le entrega 600 tarjetas internacionales, cada tres días.

Otro de los problemas con los que tropieza la gente es el horario de atención de este Centro, que sólo da estos documentos de 08.30 a 12.00, porque deben realizar el arqueo diario y el depósito del dinero.

Explicó que aunque la vacuna contra la fiebre amarilla es gratuita, la certificación de este documento internacional tiene un costo de 60 bolivianos. El 25 por ciento es transferido al Ministerio de Salud y el 75 por ciento restante, a la Gobernación paceña.

La Directora estima que la demanda de certificados concluirá hasta marzo.

Reconoció que este certificado de vacunación es un requisito obligatorio para el ingreso a países como Brasil, Paraguay, Uruguay, México y a algunos Estados de África y Europa.

En relación con la salida de menores, la Directora aclaró que estos certificados no se entregan a niños o adolescentes que no estén acompañados de ambos padres o, en su defecto, que cuenten con la autorización legal respectiva.

Vega dijo que esta medida se aplica y es estricta, porque hubo casos de menores que huyeron de sus casas o parejas de algunos padres que secuestraron a sus hijos.

Vacuna gratis para menores

La vacuna contra la fiebre amarilla se coloca a menores de cinco años en la Unidad del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), cuyas oficinas se ubican en la calle Capitán Ravelo, donde funciona el Servicio Departamental de Salud (Sedes). Esta vacuna gratuita también puede aplicarse a adultos que no recibieron la dosis en la campaña nacional que realizó el Ministerio de Salud en 2007.

Meylin Vega, directora del Centro Epidemiológico, dijo que existe un stock limitado de vacunas para estos pacientes. Cada ampolla sirve para 10 personas, y una vez abierta, dura seis horas. La dosis dura toda la vida pero el certificado, sólo diez años.

La fiebre amarilla es una enfermedad ocasionada por un virus perteneciente a la familia flaviridae (enfermedad viral), transmitida a los hombres y mujeres mediante mosquitos que están infectados.

Entre algunos síntomas están la gripe, dolores musculares, fiebre, puede dar también ictericia (coloración amarilla de piel y mucosas).

En el caso de la vacuna y la profilaxis, se establece una dosis de 0,5 milímetros. Es efectiva desde los 10 días que se aplica.

Para destacar

La vacuna contra la fiebre amarilla es gratuita, pero el certificado internacional cuesta Bs 60.

Los que extraviaron la contraseña de vacunación pueden pedir otra en el Sedes.

La certificación internacional se solicita personalmente. Los menores requieren permiso.

El certificado internacional dura diez años y la dosis entra en vigencia después de 10 días.

La fiebre amarilla es una enfermedad endémica en Sudamérica y en África.

Los países donde más se presentan son: Bolivia, Brasil, Argentina y Paraguay, entre otros.

Textual

“Voy a ir a donde mi primo, estoy viajando con mi esposo e hijo. Él tiene taller de costura y ahí vamos a trabajar uno o dos meses, porque aquí no hay trabajo. Hasta ahora tejía mantas. En la casa de mi primo nos va a alojar, pero sólo voy a estar dos meses”.

Nelly 22 años, / Tejedora da mantas

"“Ahora estoy viajando junto a mi hijo de 15 años, ya tengo una hija que vive en Sao Paulo. También tengo mi hermana, que tiene un taller de costura; si hay trabajo, voy a trabajar porque aquí estamos sufriendo. Se cosen poleras y jeans”.

Rosa Quenta / Costurera