Thursday, June 05, 2008

LA MÚSICA POPULAR EN BOLIVIA

La Música Popular en Bolivia es como un termómetro mediante el cual se puede medir lo que ocurre en el campo cultural del país y en los campos económico y político. Es por eso que se necesita analizar los fenómenos culturales en Bolivia, considerando las relaciones que implícita y explícitamente tiene la música con el resto de los factores que están presentes en la sociedad.
En este caso pretendemos analizar cómo la industria cultural interfiere en la producción de la música folklórica andina de Bolivia y en la llamada música autóctona. La motivación principal para este cometido es comprender las dinámicas culturales que sirven de base para la producción de música en las últimas décadas y también vislumbrar que ocurrirá en este campo en las próximas décadas.
Para comprender estos procesos debemos recordar cuál o cuales son los orígenes de lo que conocemos hoy como música popular boliviana. Por tanto, es necesario recordar la memoria y ver que los ?campos de producción? de la música popular boliviana son producto de un proceso de interacción nacional e internacional rico, dinámico y permanente.

I. CAMPOS DE PRODUCCIÓN DE LA MÚSICA POPULAR EN BOLIVIA
Actualmente, y siguiendo la evolución de la producción cultural de los países de la región andina, podemos identificar, aunque solamente con fines didácticos que arriesgan la precisión de análisis, la existencia de tres grandes campo de producción musical y cultural en Bolivia: el del mundo andino, el del mundo occidental y el mestizo.

1.1 Mundo andino
Pese a que pasaron muchos años de tentativas coloniales que sometieron y hasta extinguieron grandes pueblos y culturas, en Bolivia existen muchas comunidades quechuas y aymarás que conservan sus rasgos culturales con poca influencia de la cultura occidental o con una marcada presencia de estructuras formales y de contenido que tienen que ver con cosmovisiones milenarias.
Muchas comunidades mantienen sus formas de relacionarse con el mundo material, la sociedad, la naturaleza y el mundo sobrenatural y en esas relaciones la música juega un papel fundamental como propiciador de comunicación . La cosmovisión andina supone la existencia de vínculos de identificación y relacionamiento íntimo con la tierra, no podemos fragmentarla de sus dimensiones estética, científica y religiosa. Así, podemos afirmar que una de las principales características de la música andina, también llamada autóctona, es la concepción ritual, es decir su existencia en momentos ritualizados, festivos y religiosos.
Entre otras características tenemos el carácter grupal no solamente de su concepción, puesto que no existe ningún autor intelectual (individual), sino también de su ejecución que es grupal, colectiva (técnica dialogada). No existen autores y solistas. Todo es social. Por eso tampoco es posible distinguir la noción de espectáculo, presenta en la música occidental, donde podemos ver la separación actor/espectador.
La música andina y el empleo de determinados instrumentos responden a la celebración de las fiestas más importantes del ciclo agrícola. Tanto ritmos como instrumentos son usados de acuerdo a los ritos y las épocas de siembra, cosecha y almacenamiento. (lluvias y seca)
Técnicamente podemos afirmar el carácter monódico(unísono), de la música es la marca del ese carácter no moderno, propio de culturas que no tienen relación con la polifonía de la historia de la música occidental.

1.2 Mundo Occidental.-
La música traída por los europeos en épocas coloniales ya experimentaba un proceso de fragmentación consagrado en la exaltación del músico virtuoso, la separación actor/espectador, el carácter contemplativo de la dimensión estética, la admiración por ?lo bello?, la polifonía, armonía, el uso de registros como el pentagrama, las técnicas complejas de la afinación y exactitud racional de la organización del sonido y sobre todo el carácter individual de su concepción.
Actualmente esas características se mantienen en el espacio de la producción de la música occidental ?no-boliviana?, si la clasificamos por su origen, además de un fenómeno importante surgido en este siglo: el mercado, es decir la necesidad de entrar en el sistema técnico económico de producción, difusión y consumo.
En esta vertiente encontramos como ejemplo la música ?llamada? clásica o erudita, el jazz, el rock, salsa cumbia etc, que tienen origen cultural geográfico identificado.

1.3 Mundo Mestizo
Desde que comenzó la conquista se inició el mestizaje. Así como hubo mestizaje biológico entre los andinos y los europeos, también hubo un rico proceso de mezcla cultural.
Esto no quiere decir que allí comenzaron a combinarse las formas musicales. Antes de la llegada de los españoles, la cultura y en particular la música se enriquecían a partir de la influencia de pueblos y grupos vecinos con los que entraban en contacto. La cultura siempre fue, es y será dinámica, a no ser que esté muerta.
En este campo tenemos todas las formas de música conocidas como folklórica, tradicional, la de los pueblos pequeños del país, desde el taquirari, la cueca, la morenada, el huayño y a infinidad de estilos que persisten y son creados por los músicos. El neo- folklore, que a diferencia del folklore tradicional, le da importancia a la autoría y tiene como principal característica de inserción en los sistemas de registro fonográfico y difusión masiva, también conocida como Industria Cultural.
El espacio de la producción de las fraternidades, en el que son recreados estilos tradicionales como la diablada, la morenada, recientemente la saya etc.
También se encuentra el espacio significativo, aunque con mucha relación con la vertiente occidental, de la cumbia boliviana, conocida también como música chicha, tropical, electrónica etc. Esta vertiente tiene en la cumbia su estilo básico, pero adopta lo mestizo boliviano de manera privilegiada en estilos que van desde la cueca, el huayño, la saya, morenada y otros bailables que sirven para amenizar las fiestas.
Más hacia el polo de la música occidental están todos los tipos de experimentaciones musicales, tales como las diversas fusiones del jazz y el rock con el folklore, composiciones sinfónicas o electrónicas con elementos folklóricos, que tiene un carácter más elaborado, responden a actitudes de orden estético más profundo, por tanto más elitistas.
De estas líneas de producción en el mundo mestizo, debemos destacar por su importancia y representatividad, no sólo como producción sino también por lo que representa económica y culturalmente, en primer lugar a la ?Cumbia boliviana? o chicha, porque es en este campo donde se produce más que en cualquier otro en la música nacional, porque es también allí donde se encuentran los más interesantes productos de hibridación creativa, y también porque es donde más existe actividad musical , movimiento económico y por tanto actividad cultural.
En un segundo lugar se debe destacar el campo de la música folklórica, vinculada al mercado, e decir el llamado ?neo- folklore?, por ser el segundo espacio de importancia para la producción , innovación y creación de formas que retoman lo tradicional y lo adaptan a las nuevas condiciones de producción y difusión musical, inclusive provocando importantes movimientos y fenómenos de revalorización y modernización musical.
Luego está el de la música de fraternidades que, si bien no es un campo tan fuerte como los dos anteriores, tiene importancia al funcionar como una especie de escenario donde en momentos festivos se descubren las tendencias de la música nacional, en combinaciones en las que aparecen estilos hábil y curiosamente combinados de saya , huayño, morenada, cumbia, baladas, etc.
Los demás campos, aunque son my ricos como propuesta renovadora, no llegan a la representatividad que supone trabajar con sistemas de asimilación de la demanda, no sólo de estilos, sino también de temáticas.